Sunday, September 1, 2019

Dreaming big



D.- I want to stay all year, mom.

Ya tenemos la rutina enfilada. Por las mañanas de camino al colegio, nos juntamos con Anna Sophia y Nicholas en el cruce de Pecos con Northwood. Nicholas sigue de frente sin inmutarse, mientras tú Maite cuchicheas con Anna Sophia con el paso rezagado. Y eso que llegar de las primeras te otorga el derecho a sentarte en la wobbly chair. Tu vida siempre en movimiento. 

.- ¿Ya no hablas con Nicholas, Julia? te pregunto mientras me viene a la cabeza una notita que encontré en tu mochila hace un año cuando tenías 6 recién cumplidos. que decía: I love you Nicholas, I would like to kiss you behind the stage. 

Tu madre, entonces, ojoplática, claro.

Apenas pronuncio la palabra “notita” sin hablar de su contenido, y me frenas en seco.

.- Mamá, para.

Llevo dos semanas recordándoos mil detalles que habíais olvidado de nuestra realidad aquí, pero parece que esto lo tienes bien presente. Te pones roja como un tomate.



Esta semana hemos tenido la reunión de padres de tu clase de 4th grade, Maite. Mrs Hanson os ha pedido que hagáis un autorretrato con algunas pistas de vuestra comida, actividad y juego favoritos, y que dibujéis a los miembros de vuestra familia. Un único requisito, que fuera anónimo, para que al llegar los padres pudiéramos adivinar cual era el tuyo y sentarnos en la mesa correspondiente.

.- Tenemos un compañero de Africa, Tim, - me contarás luego -, que tiene necesidades especiales y dos profesoras se turnan para estar con él. Esta mañana cuando hacía su autorretrato  le recordé: ¡no pongas el nombre!, ¡es para que lo adivinen los padres!  Y me contestó que no tiene padres. 


.- Tiene que ser de África porque aquí en EEUU todos los niños tienen padres, sentencias.  

Aunque por Northwood desfilen todoterrenos relucientes, aunque Remi y Gigi lleguen cada mañana en su carrito de golf, aunque os tropecéis con los hoverboards y otros mil juguetes olvidados en casa de Caroline, aunque éste sea vuestro microcosmos temporal, la orfandad no entiende de nacionalidades. 



Mrs. Hanson ha preparado para la reunión una cestita con “stationery”, tarjetas, sobres y rotuladores de colores. Nos sugiere que os escribamos una pequeña nota, os demos la enhorabuena por haber completado esta primera semana y os dejemos deseos para el nuevo año. 

El viernes, justo antes de la salida del cole, la has leído, emocionada y has corrido a abrazarnos a la salida.

Y en sólo 5 cinco días, comienza a suceder el milagro de la lectura. No solo porque os han planteado el "50 book challenge", un incentivo para leer 50 libros a lo largo del año, “que cumplieron todos mis alumnos el año pasado”, os anima Mrs. Hanson, siempre con la expectativa positiva por delante. Si no porque cada una de vuestras clases es una librería infantil colorida, con libros de todos los géneros y para todos los gustos. El aula es un lugar donde se lee a todas horas, en todas las esquinas.

Julia, tienes un "blue book bag", con tu nombre en grande, con el que te paseas del colegio a casa y en el que guardas los libros que decides llevarte cada día. Maite, nos enseñas un cuaderno a modo de "book log" en el que vas anotando tus comentarios sobre cada libro, cada autor, cada género. Hoy ha venido Anna Sophia a casa a una playdate y os habéis tirado las dos a leer en la habitación negra de Steve Ray.


.- Ha sido una playdate rara, mami, pero me ha gustado, no sé.

Julia, hoy has olvidado tu blue book bag en clase, y qué mejor excusa para volver a la biblioteca de Howson en Tarrytown para buscar títulos. De repente, en solo una semana, empezáis a tener referencias mil de autores, títulos y personajes. 

.- Graphic novel Is my favourite, mom. 

Nos habíamos quedado en Dogman, que nos descubrió Mrs Ross el año pasado, y ahora ya podemos explorar otros libros, como Smile o Ghosts, de Raina Telgemeier, entre otros.  

Llenamos la agenda de playdates intentando aprovechar cada segundo de nuestra estancia. Kristin, la madre de Juliet, te acoge en la piscina de sus vecinos en Sharon Lane. Se emociona cada vez que nos cruzamos en el pasillo del colegio, con una sonrisa gigante que nos recuerda siempre a Sheila, la vecina loca de Shameless.

.- I am so glad you are back, you bring a lot of light with you :) - me escribe con ternura. 

Kristin no ha salido apenas de USA y nos observa e interroga con la curiosidad de quien pasea por el zoo. Lidera con pasión y entrega el Forest Club y el Girls Scouts del colegio, y tiene un toque genuino que me chifla. 



Mr. David ha organizado una playdate de "start of the school year". Only girls. En la habitación de Dillan los peluches apenas os hacen paso.

.- You can choose two each, - recuerdo ahora que así lo hace siempre Mrs David, compra peluches nuevos y se deshace de los viejos, regalándoselos a las amigas que vienen a jugar. Maite, te vuelves loca con una cucaracha gigante con mando a distancia. Me sorprende que Dillan no tiene apego a ninguno de ellos. Quizás no le de tiempo. 


Entre copas vino y "home baked giant cookies", recibimos un amber alert, un sistema de notificación de la policía que alerta, sin elección ni suscripción a todo teléfono de la zona, con un estridente pitido, de un coche a la fuga o un posible secuestro. 

Ya van varios esta semana, que nos hacen saltar como un resorte, inmersos en la sociedad del miedo.  




Aura os invita a un sleepover en su casa, con el corazón mexicano espontáneo de Maite y Julio, vuestros pseudo-tocayos. De repente en USA, los mundos latinos se acercan, como en el concierto de Eduardo Esteban, pianista costarricense que ha reunido en el hall principal del Austin Central Public Library a varias generaciones de muchos países de Latino America para hacer un repaso de su cultura a través de la música. 

Pienso en la visión tan distinta que tenemos del continente latino desde USA y desde España, y que estamos un poco más cerca de lo que creemos. Cuando estamos lejos, todos estamos lejos.



Nos tomamos un respiro a la española por las calles de South Congress, el SoCo, con unos tacos del Güero, y disfrutamos de refilón de unos viejos, muy viejos rockeros en el Z Boys. Aquí en Austin toda la música suena bien, aunque te tiemblen los dedos hasta el fin de tus días. 

Recuerdo como mi amama daba tregua al Parkinson a sus 93 años cuando se sentaba al piano, y sus dedos arrugados retaban a su cabeza cansada, bailando con gracia sobre las teclas.


Hemos charlado de las oportunidades en uno y otro país con Ariel y Angela, hemos intentado ayudar a Miriam y Stephan, recién aterrizados en Austin con Max, a encontrar sinergias de sus orígenes germano-españoles con Miguel y Rebeca, o con Montse y Angel entre la comunidad de españoles de Cedar Park. Recordando aquellas semanas recién llegados, cuando con cada conversación se nos abría un cachito de cielo. 

Julia, hemos conseguido reemplazar tus gafas en el Vision Center del Walmart, después de haber acabado con las dos monturas que nos habíamos traído. Solo espero que en este mes no tengamos ninguna complicación médica, que nos haga tener que sortear un sistema complejo y desorbitado. 


Hoy domingo el Austin Ballet abre sus puertas con clases cada 40 minutos entre 1 y 5 de la tarde, para que la ciudad pueda probar las clases de contemporáneo, hip hop o ballet, con una comunidad diversa de jóvenes presumidas, señoras entradas en carnes, un chico transgénero o una bailarina de corte clásico, cada uno solo preocupado de sí mismo. Maite, me has liado la manta a la cabeza y nos colamos tú y yo en una clase de contemporáneo, que disfruto como cuando bailaba con mi amiga Julia en la Facultad de Deusto. 

En nuestra creepy house, la casa de los horrores en la que nos hemos alojado durante 10 días, los libros acumulan polvo en la biblioteca desde 1940 y una habitación de paredes negras y cortinas de purpurina sujeta un letrero de "let go". Hoy han han venido a vernos nuestros antiguos amigos de Robinhood, Meredith & Patrick, Wendy y Judson, Allyson y Landon, David y hasta Chris, que se ha mudado a una casa en Lakeway en los suburbios y se reúne hoy por primera vez desde hace un año con sus antiguos vecinos. Un "Sunday Funday" de los de antaño. Con americanos que no miran al reloj. 



Da gusto que un domingo a las 5 de la tarde, cuando sería una hora prudencial de retirada, estemos descorchando la enésima botella de vino, mientras vosotras imagináis expediciones a Cleveland desde la piscina, montados en un gato-barca, con Oliver, Julien, Campbell, Kendal, Elizabeth, Annie, Ashton, Dillan y Caroline. 

Son las 9 de la noche, hora a la que una ciudad americana ya duerme vísperas de un día de colegio, y nos hemos quedado con cinco niñas a dormir, cinco desayunos y cinco mochilas para llegar al colegio al día siguiente. 


Me encantan las casas llenas de niños corriendo. Quizás lo que peor llevo aquí es la relación de esta cultura con la comida, con niños que comen y picotean constantemente y sin fuste, que decía mi madre, para dejar perritos mordidos a medias, vasos llenos de zumo extra azucarado, magdalenas con montañas de frosting solo chupeteadas y platos apenas probados, abandonados por el siguiente estímulo. 

La sociedad de la abundancia, del consumo, y de los aires acondicionados a todo gas, aunque la casa esté vacía todo el día, únicamente para poder tener el alivio del frío al llegar, o más bien el supuesto alivio de pretender haber derrotado a la naturaleza.

.- Nos encanta el cole aquí, pero para el horario de comida y el recreo, me quedo con Gaudem, el cole de Madrid, - reconoces Maite. 

Y es que aquí se os atraganta la comida en los diez minutos estrictos que tenéis de comedor, y se os atropella el juego en los otros diez de recreo. El resto son actividades programadas, divertidas y que estimulan el aprendizaje, pero que dejan apenas espacio para el juego libre. 


En Westowood, uno de los clubs de tenis más exclusivos de la ciudad, del que son socios nuestros vecinos, hay listas de espera de tres a cinco años y se requiere, además del correspondiente desembolso, siete referencias directas de socios para ser admitido. En esta tarde de colegio en la que los Hartel nos han invitado a acompañarles en su rutina, oiremos hablar, entre otras conversaciones, de las maravillas del Gohenry, una tarjeta de crédito de colores y dibujos, customizada para niños, donde los padres pueden transferir la paga para su gasto electrónico. Nos llegará antes de lo que pensamos. 

Os inventáis juegos de categorías desde el trampolín de la piscina, mientras dos socorristas de unos 16 años os vigilan y recuerdan las reglas de la piscina con un mensaje impecable. Me asombra ver esas habilidades en chicas tan jóvenes. Saciáis el hambre con raciones de pasta, patatas fritas y chicken tenders, que sobran en cada plato. Como para alimentar a muchos niños de Kunduchi en Tanzania. El mundo mal repartido. Siempre.

Charlamos con Wendy y Meredith sobre sus experiencias con los equipos de Soccer de las niñas, los niveles de exigencia de las actividades, las dinámicas de promoción de unas categorías a otras, y me quedo con el “thinking big” de este país, en el que todo es posible. 


Papá está preparando con nervios y esmero sus reuniones en Washington para estas semanas. Hasta Meredith le ha puesto en contacto con una persona en Austin, un long shot que dice Papi pero porqué no, una gran oportunidad de permanecer aquí. Porque ahora ya, empezáis a oír hablar de la noche de los murciélagos, la visita a la bolera, o como se celebraría vuestro cumpleaños en clase, y solo pensáis en quedaros. Si no fuera por todo lo que es, no cogiamos ese avión de vuelta en dos semanas.
En clase Julia habéis practicado como os vais a presentar a vuestros reading buddies de PreK y qué cuentos les vais a leer. Has elegido entre otros Elephant and Piggie, de Mo Willems, que te permite regodearte en toda la ternura que no te cabe en tu cuerpecito.



Al dejaros en clase, a Papá y a mi nos gusta quedarnos a escuchar el “morning announcement” de Mr Tinnon que cada mañana invita a un momento de mindfulness y a “live love learn and laugh”. Esta mañana os recuerda que hay niños que no tienen la opción de ir al colegio y de la oportunidad que supone para todos el estar ahí.

En todo el año, no recuerdo un solo día en el que Mr Tinnon fallara en su momento de inspiración en su morning announcement. Ni en su newsletter puntual de los lunes por la mañana, anunciando las iniciativas de la semana.

Maite, vuelves a hablar de tu futuro:

.- ¿Puedo apuntarme al programa de Ingeniería? Nos lo han contado en clase y ¿sabéis qué? Alexa hace más caso a las voces de chicos porque ha sido programada sobre todo por chicos. 

.- Hace falta más chicas para programar a Alexa. mami. Yo de mayor quiero ser bailarina profesional, cantante y también Ingeniera.


Julia has elegido unas activity cards y Maite unos chicles sin azúcar del wish list que nos envían vuestras profesoras, conectadas a nuestra cuenta de Amazon. Una manera de aportar material al aula en un click, en el que se reconoce vuestra aportación, os hace sentir importantes y os permite contribuir con recursos que no son estrictamente oficiales, y así materializar la creatividad de los profesores. 

Recordamos las actividades de la semana a través de los videos y fotos de Seesaw, la aplicación de comunicación diaria con la clase.

.- Mira, en este proyecto hemos sido super creativas Axie y yo, me explicas Julia sobre una foto, inyectada de "positive self talk". El poder del lenguaje, siempre.

Has escrito ya un montón en estas dos semanas, sobre el bichito en tu pie, sobre las dos avispas que te han picado este verano, sobre cómo Santa Claus en Madrid llega mientras estamos cenando. Lo que tiene salir pronto de viaje a la mañana siguiente, hasta Santa se adapta a los ritmos de la familia. 



.- ¿Sabes Julia que hace una semana no escribías en inglés? - te recuerdo.

.- Really? Es tan natural hoy en ti que frunces el ceño con gesto de que no va contigo. 

Maite, entras en la conversación con tu afán arrollador, y te pido paciencia hasta que acabemos, para darme cuenta que estás conectando la historia de Julia con tu proyecto de ciencia:

.- Hoy hemos dibujado un cerebro en un papel, lo hemos arrugado y pisoteado, y al coger nuevamente la hoja, hemos trazado rayas y puntos sobre las arrugas que tiene el papel. Hay puntos en el cerebro que están muy muy juntos y quizás la escritura en inglés de Julia estaba en los puntos más separados al fondo de su cerebro. 

Oui madame. 



Hoy nos hemos repartido entre casa de Shannon y Mak con un delicioso brunch y recuerdos del reciente encuentro en Madrid, y casa de Caroline por su fiesta de cumpleaños. Su hermano Zach es un fanático de los cuchillos y ha acabado persiguiendoos por las escaleras con uno de verdad, al grito de “Do you want to see something really creepy?”

La vecina rubia le recrimina y vuelve a la cocina para contárselo en bajito a Chris. Intento enterarme de qué sucede y entro en pánico pensando que el arma que no debía haber utilizado pudiera ser una pistola. Porque en toda casa texana hay armas, y no tenerlas se entiendo como una inconsciente falta de defensa ante un ataque. Este mismo día, nos vamos a dormir con la noticia de una nueva matanza en Texas.

Tomamos café con Pamela y Paul en el Mozarts, mientras Pedro saluda a las tortugas y los pájaros nos auguran buena suerte desde el árbol. Salen sinergias de proyectos de emprendimiento, intereses comunes, nuevas ideas. 

Aprovechamos un sleepover vuestro en casa de Elizabeth para cenar en el Patrizi´s, una terraza pura austinita con un food truck de familia italiana y bombillas de feria, junto con Victor, Marga, Alberto, Carolina, Tito, Jose y Delia, como si no hubiera pasado el tiempo. Me doy cuenta que vuelvo a hablar de la vida de Austin en presente. Tan campante.



Llevamos dos semanas aquí y se nos ocurren un million de posibilidades sobre nuestro futuro, y en cada conversación que nos cruzamos, cada persona tiene una idea o posibilidad que añadir, y nos empuja a buscar una versión más grande de nosotros mismos. 

Siento ebullición siempre que estamos aquí. Y luego, cuando sobrevolamos el océano de vuelta a casa, junto con la serenidad de volver a lo nuestro, aparecen algunas nubes y todo se vuelve un poco más gris. Y luego nos acostumbramos a esa luz tibia, como cuando vives en un salón sin un gran ventanal, pero te acabas sintiendo a gusto, en tu sofá, con los tuyos. Y eso está bien también.

De momento, y por los días que nos quedan por delante, seguimos exprimiendo el cielo y buscando el rayo de sol entre los chaparrones. Por si acaso. 


PD. This is Nurdle the Turtle. Look at his jazz hands, mom!! Did you see his jazz hands????

Friday, August 23, 2019

Big little lies



.- I am sooooo excited!

Frase que habéis exclamado una y otra vez visualizando el comienzo del colegio en Casis. 

La aventura surrealista de venir de vacaciones haciendo como que nos hemos mudado y comenzamos el año escolar. Si la vida no nos trae a USA como queríamos, ya nos la inventamos nosotros. Una vida ficticia a la americana durante las vacaciones de verano español.

Aquí el 16 de Agosto ya es vuelta al cole, el verano que empezó el 1 de Junio ha acabado y los niños vuelven a su rutina, mochilas a la espalda y estuches impolutos.

.- Oh my god, you are back!!! - nos paran con asombro y exageración todos los padres con los que nos cruzamos en los pasillos los primeros días. Algunos son más cercanos, como los padres de Emma, Brynn, Nicholas, Juliet o Sofia. Otros me suenan sus caras pero no acierto a hacer el match padre hijo. Pero sonrío igual y me dejo abrazar, por si luego me acuerdo.

Nuestro grupo más cercano de vecinos yankis de Tarrytown, Meredith, Patrick, Wendy y Hudson, Allyson y Landon, con quienes tantas tardes de domingo hemos pasado, entre barbacoas, degustación de vinos y chapuzones en febrero, conoce la versión más ajustada a la realidad. Que venimos un mes, así de medio vacación, medio trabajo, medio colegio, medio yo que sé. Que hemos venido, vamos. 



.- Great to see you again! saludan de cara a la galería.

Y ya se acercan, para matizar en bajito y entre dientes, para que no se entere el resto:

.- Pero solo venís para un mes, right? 

Pero con lo Big Little Lies que es nuestro barrio de Tarrytown, no sé cuanto tardarán en cruzarse las versiones. 

Habíamos alquilado una casita muy cuca cerca de Oliver y Elizabeth, de nuestra casa de antaño, para sentirnos en el barrio, como del barrio, como si nada hubiera cambiado.

Pero cuando te has ido, la vida que dejas atrás no se queda inmóvil. Tú la dejas como un lienzo, que según le das la espalda, deja que la pintura se derrita, se desplace y cambie de tono. Se pintan nuevas vidas. Todo ha cambiado cuando vuelves. Aquí y allí. Y te das con un nuevo cuadro en las narices.



Elizabeth viene a recibiros de sorpresa al aeropuerto. En tu cabeza Julia, es tu mejor amiga de Austin, la que fue tu hermana puerta con puerta. Pero Elizabeth tiene ya nuevas amigas, no podía ser de otra manera, y a ti además te cuesta encontrar las palabras de Shakespeare en tu cabecita. 

.- Did you actually forget your English? Te preguntará Cora en una playdate después del cole.

.- Tardará una semana en recordarlo, ná - te rescato yo, muy en mi línea madre helicóptero.

.- It will take me one DAY, mom, - te salvas tu solita. 



A 10 días de venir, nuestra casita cuqui del barrio donde nada iba a cambiar se cancela en nuestras narices. Con la obstinación de quedarnos en el barrio y caminar al colegio, reservamos finalmente varias casas, lo que nos obligará a hacer las maletas seis veces hasta regresar a Madrid. Llevamos el espíritu nómada en vena, aun cuando lo elige el destino por nosotros.

.- Si, hemos vuelto - simplifico mi discurso con cada persona con la que nos paramos en los pasillos.

.- ¿Para quedaros ya para siempre? 

Quizás lo preguntan por cortesía, sin más, pero a mi me cae como un interrogatorio policial.

.- No parece, nunca se sabe, pero de momento… hemos vuelto. 

Practicando el cambio de tema.

El fin de semana nos instalamos en una casa antigua decorada con toque marroquí en South Lamar, a una calle de TLC, nuestra pequeña inversión en la distancia. Os encanta pintar en las pizarras, jugar a packman, a ice hockey y a cornhole en la terraza.



Vamos por fin a Slitterbahn, un parque acuático gigante - everything is bigger in Texas - por el cumpleaños de Oliver, con Elizabeth y sus amigas Morgan y Taylor. Maite, con tu obsesión por los records Guinness, te entusiasmas al leer que el parque tiene el “lazy river” más grande del mundo, una corriente de agua que recorremos sobre gigantes donuts.



Cada vez que veo a Elizabeth abrazar a Taylor reconozco que entra algo de pena por ti Julia, y pienso en una frase de Azar Nafasi que he leído hoy de una compañera que dejaba su trabajo:

“You get a strange feeling when you leave a place, like you will not only miss the people you love, but you miss the person you are at this time and place, because you will never be this way ever again”. 

Nada es lo mismo, nadie lo es. Vosotras también habéis cambiado.



El fin de semana viviremos de nuevo, entre raciones de paella, las conversaciones de las vidas de expatriados de Alicia y Victor, Miguel y Rebeca, Jose y Vanesa, Kike y Marta, y hasta de Bull, un viejo rockero asturiano, rara avis en un contexto de almas corporativas, él obstinado en perseguir su sueño de ser alguien grande algún día. Grande por fuera y grande por dentro.   

Reconozco que me da envidia añorar el jamón, la familia, el tapeo, todo aquello que te falta cuando vives lejos. Me da envidia la añoranza. Manda narices. 

Y me encanta mezclarnos con los que son de aquí y de allí, como Evelyn y Justin, que llevan un pedacito de Venezuela y Canada en la barbacoa a la que nos acogen en una tarde de domingo en las afueras.



El colegio empieza el martes, pero el jueves anterior ya se han publicado las listas de clase. Cada año todos los niños cambian de profesor y de amigos, haciendo músculo a la actitud hacia el cambio. Tenéis unos días para digerir la información. 

Julia, tienes en clase a Aura, una amiguita que conociste casualmente en la terraza del Ski Shores allá cuando vivíamos en Avery Ranch en el norte, y que acabó en tu clase de Kinder en Casis cuando nos mudamos, para aliviarte la llegada. 

Maite, estás en clase con Brynn y Anne Sophia, y en co-teaching en la clase de al lado con Annie, Parish, Campbell o Marguerite. 

Qué maravilla cruzar un océano después de tantos meses y leer nombres conocidos, recordar momentos y sentirse como en casa.


El viernes hay una reunión informativa por cursos. El Director hace una introducción general de media hora, y presenta a los profesiones del curso. De ahi nos llevan a tu clase, Julia, en la que estarás con Mrs Ross estas semanas. Suerte la tuya, creo que es la mejor profesora que habéis tenido nunca, Maite lo sabe bien. 

Mrs Ross está acompañada de Mrs Duvall, una student teacher de la Universidad de Texas, que parece preparada y con vocación. 

Nos piden a los padres contar algo sobre nuestros hijos y sus intereses en estos momentos de su vida. Me encanta lo admiración con la que cada padre habla de su hijo. Yo comparto que Julia eres muy distinta a Maite, y me doy cuenta que no tengo tanto hábito de describiros en positivo delante de otras personas. Escucho y aprendo. 

Nos entregan una carpeta con toda la información necesaria sobre lo que va a suceder durante el año, y nos piden completar a través de un código QR un documento sobre nuestro hijo, sus fortalezas, areas de desarrollo, intereses y pasiones, y lo que esperamos nosotros de ellas como profesoras.  



Nos damos de alta en Seesaw, una app que será la via de comunicación diaria con el colegio de los propios niños, donde se suben fotos, videos, documentos, donde podemos ver lo que hace la clase, o lo que has hecho tú individualmente, a través de tags que tú misma pones con el iPad. Es nuestro pequeño agujerito en la pared a lo que sucede en clase. 

Nos informan de que la hora de la comida ha cambiado, de las 11:22 a las 11:25, y es que aqui cada 3 minutos va una clase al comedor para evitar aglomeraciones, se come en 10-15 minutos y las clases van saliendo al patio también cada 3 minutos. El sentido del aprovechamiento del tiempo en su maxima esencia. 

Mrs Ross nos habla de su misión, del tipo de ciudadanos que quiere poner en el mundo, de su obsesión de generar pasión hacia la lectura y la escritura. Su clase es una biblioteca colorida de títulos, estilos y autores varios. 

.- El año pasado uno de mis alumnos creó un blog magnifico de montar a caballo. Y otro niño un blog de cocina. Fantástico.

La pasión como mejor excusa para practicar la escritura.



.- Iremos a leer a diversos eventos, El año pasado conocimos a varios autores de libros y los niños dieron algunas ideas a los escritores para sus siguientes libros. 

Stacey lo cuenta con la pasión de quien lleva 27 años como profesora y vive cada día como si fuera único. Cree en el potencial de sus alumnos y agradece que os compartamos con ella.

.- Sé que el mejor aprendizaje es el que sucede en casa de manera espontánea en el día a día y no puedo estar mas agradecida. No habrá deberes, ni proyectos a completar en casa, ni materias que se aprendan en casa. 

Hace años dábamos ejercicios de “spelling”, - la gran batalla de la lengua inglesa- para hacer en casa, y nos dimos cuenta que estábamos “outsourcing” el aprendizaje a las familias y no tiene que ser así. Hemos investigado técnicas para que los niños interioricen los conceptos más complejos, y esos los practicaremos en clase, para que en casa disfrutéis en familia. 



Mrs Ross nos habla del "Growth Mindset", del aprendizaje social y emocional, de la magia del lenguaje y el potential de elegir las palabras adecuadas, de la ciencia con foco en el proceso y en las preguntas, de la pasión por aprender y crecer. 

Lo hace con tanto entusiasmo que se me pone la carne gallina. 


Si esta presentación para padres fuera poco, el lunes es el “Meet the teacher” day. Ese día vais a clase solo media hora por la mañana para reconocer el espacio, organizar el material, ver a amigos si los tenéis y quitaros una buena dosis de estrés del primer día.

Julia, te agarras a un sobre azul que te han entregado, donde dice “don’t peek until Monday night”. Has pasado toda la tarde nerviosa, pensando en ese pequeño tesoro. Por la noche lo abres para encontrarte una carta personalizada de las profesoras, dándote la bienvenida, animándote a lo que vais a aprender y divertiros este año y resaltando que eres un miembro muy importante de esta comunidad de aprendizaje. 
Hay una segunda carta, esta vez de Kate una alumna del curso siguiente, que escribió al final de curso, para anticiparte las cosas que vas a hacer, lo que mola Mrs Ross y para desearte un buen año.

Esa noche te entregas a Morfeo con información, y con expectativas positivas sobre lo que va a suceder el primer día. Qué gusto.



Maite en el "meet the teacher" Mrs Hanson ha preparado unos flip charts donde os pregunta que queréis aprender en ciencia. Tú has dicho que quieres saber como llegan los mensajes de un teléfono a otro. Papi dice que eso no es ciencia, pero tu le rebates.

.- It is technology, daddy.



El flipchart está plagado de post its con preguntas surrealistas de todos tu compañeros, preguntas que vais a investigar vosotras mismas a lo largo del año. 

.- Why is glue sticky?
.- How do clocks work?
.- Does a straw have one or two holes?
.- What is the ink made of?
. Why do I ask questions?
.-

Un papel de flip chart, un taco de post its y buena voluntad. Los recursos para estimular el aprendizaje. 

Todo esto, y todavía no ha empezado el cole.



Primer día. Estáis emocionadas. Estamos ya en nuestra nueva casa en Tarrytown, una antigua residencia de 4 generaciones con recuerdos del pasado por cada esquina, paredes tintadas de rojo al más puro estilo burdel francés y una piscina en el bosque para vuestras tardes de juego con amigas. 

Encontramos un camino que nos lleva andando al colegio en 15 minutos. Cuando en Madrid planeábamos estas vacaciones, soñábamos con caminar al colegio, entre arboles, casas mágicas  y el frescor de la mañana antes de que el sol no perdone el resto del día. 

Y vosotras soñabais con ser nuevamente las heroínas del mes del Commuters Club, un programa que incentiva a las familias a caminar al colegio, para fomentar el deporte y la vida sana. Una tarjeta basada en un sistema de honestidad os permite fichar cada mañana a la entrada del cole para acumular puntos y entrar en el deseado club de los héroes. 



Mr Chauvin, el profesor de gimnasia, recibe a la entrada a las familias que se animan a caminar, mientras Mr Tinnon, el Director, regula el tráfico por las mañana con un sombrero paraguas que le protege del sol.

.- Hey!! You are back!! Habéis vuelto!!

Los padres de Parish y Bourne bajan la ventanilla de la pick up según nos adelantan por Pecos Street mientras caminamos por la acera.

.- Nos tenéis que poner al día!!

Todavía no sé qué versión contaré para ponerles al día pero si, volver, hemos vuelto. 



Para cuando sales de clase el primer día, ya he visto a través de Seesaw el experimento de la pasta de elefante que habéis hecho en una bañera gigante, o los libros que has estado leyendo, Julia, o el kit de matemáticas que has compartido con Aura. Las mejores herramientas para iniciar una conversación contigo a la salida de clase.

Por la tarde recibo ya un email de Mrs Ross para decirme que es un placer tener a Julia en clase, que eres “helpful and kind”, y para asegurarse que hemos entrado en la plataforma a ver los vídeos y las fotos del día. 


Maite reconoces a Mrs Hanson a la salida de clase y corres ya a abrazarla. Muy en tu linea. Buena señal. Hoy al llegar a clase tenias una hoja a completar en circulo de caracol sobre ti, lo que te gusta, lo que te da miedo, le que desearíais ver, sobre las personas importantes en tu vida. 

La oportunidad para tu profesora de conocerte en una A4 y para ti de sentirte importante. 



Mrs Hanson nos ha pedido para el viernes que le escribamos una carta sobre ti, quien eres, que te gusta y una vez más, sobre las expectativas que tenemos de ella como profesora. 

Comienzo a recordar la involucración que supone ser padre en este país, pero valoro la cultura de contribución de los padres al crecimiento de tus hijos. 

Llevamos 5 días aquí y ya empezáis con la transición del idioma, volvéis a hablar entre vosotras en inglés y a veces os hacéis un lío.

.- Mira como “jump-o” papi! te tronchas Julia en una tarde de piscina.



Hoy viajo a Dallas para reencontrarme con compañeros de trabajo con los que vivo en la distancia y romper la barrera que la tecnología no alcanza. De camino ya veo un video tuyo Julia, entregada al baile. Aunque esté lejos, me encanta poder ver lo que sucede cada día, aunque sea una pequeña anécdota. Son esas pequeñas cosas las que construyen una experiencia grande.

La magia de la comunicación que pone en valor el esfuerzo educativo.

En Dallas me he encontrado con Alfredo, hijo veniteañero de un viejo compañero de Madrid que no ha visto a su padre en tres años. Me recibe con un chandal ceñido del Madrid en un coche deportivo negro. 

Le entrego de su parte una funda de móvil personalizada y unas monedas, con una notita sugiriendo que, con ellas, se compre un helado. Como un guiño al pasado de un alma vieja que muere de añoranza.

Con el paquete le entrego un abrazo de su padre como principal encargo.

.- Solo te pido que le des un abrazo "con mucho feeling & soul, como si fuera tu hijo mayor", - me pide una y otra vez Luis.

.- ¿No te planteas ir a vivir a España, Alfredo? - le pregunto para entender.

.- Es que a mi me gusta mucho el dinero, - me contesta directo, para mi asombro.

Siento la responsabilidad del abrazo que me han pedido a 10,000 km y hago lo que puedo. 



Regreso ahora a casa dos días después, y muero de curiosidad de ver vuestra progresión como pequeñas yankis. Porque aunque sólo hayan pasado 35 horillas desde que os dejé, intuyo que cada estímulo os ha penetrado por los poros de la piel como larvas intrusas.

Al igual que ese bichito que se coló por tu piel en Tanzania, Julia, así son estas experiencias, que crecen sin que os deis cuenta, se hacen grandes y os remueven por dentro.